La tasa de rebote es una métrica que genera multitud de malentendidos en marketing digital. En este artículo, te daré una buena definición e intentaré aclarar los conceptos que más confusión generan. Si te quedas conmigo, repasaremos todo lo que necesitas saber: desde la definición más básica, cómo afecta al SEO, cuál debería ser tu tasa de rebote ideal y qué puedes hacer para reducirla.
A continuación, esto es lo que veremos en esta guía:
Tasas de rebote: una primera aproximación
La tasa de rebote, muchas veces confundida con la tasa de salida, es un métrica ampliamente utilizada en analítica web. Podemos definirla como el porcentaje de visitas que entran en tu web y la abandonan. Algo que, definitivamente, no quieres. Lo que quieres es que tus visitantes se queden en tu web e interactúen con ella, haciendo clic, scroll o rellenando los formularios que has preparado.
Lo primero que te preguntarás es si la tasa de rebote es buena o mala. La pregunta es depende. Para mucha gente, la tasa de rebote es un indicador del éxito y la eficacia de tu página. Una tasa de rebote alta, siguiendo la misma lógica, es sinónimo de una mala experiencia de usuario. En realidad, puede significar que el usuario encontró aquello que estaba buscando y se fue.
La única verdad con respecto a la tasa de rebote es que depende del contexto y las medias son peligrosas. En esta mini guía, repasaremos definiciones específicas y qué significa en distintos contexto, como marketing, SEO, diseño y más.
Definición de tasa de rebote
Te lo repito por si no ha quedado claro: la tasa de rebote es el número de visitantes que abandonan tu web después de ver únicamente una página.
No importa por dónde entre el usuario, entre por donde entre; si se va, contará como un usuario “rebotado”.
Sin embargo, como acabo de comentar, para determinadas consultas, un rebote significa exactamente lo contrario: el usuario encuentra lo que busca y se va. Imagina que buscas “plugins para SEO” y entras en esta página:
Encuentras exactamente la respuesta que estás buscando y probablemente, tu siguiente búsqueda ya no sea “plugin SEO WordPress” sino “Yoast” o “Es Yoast el mejor plugin SEO?”.
¿Es la tasa de rebote un factor de posicionamiento?
Es poco probable, a pesar de que durante mucho tiempo ha preocupado a los propietarios de webs.
El 12 de junio de 2020, John Mueller de Google confirmó que el motor de búsqueda no utiliza la tasa de rebote como factor de posicionamiento en un Hangouts para webmasters. En sus propias palabras:
“Creo que hay una idea un poco equivocada de que nos fijamos en cosas como la tasa de rebote de los análisis a la hora de posicionar webs y definitivamente, no es así”.
De hecho, hay varios experimentos que demuestran que la tasa de rebote es fácilmente manipulable, como este que puedes encontrar en Makeatrial.
Entonces, ¿qué significa una tasa de rebote alta?
Lo ideal sería hacer un análisis contextual, en el que puedas hacerte preguntas más profundas, como por ejemplo:
- ¿Cuál es la intención de la página? ¿Es informativa? ¿Promocional?
- ¿Con qué tasa de rebote estás comparando?
- ¿Los cambios en la tasa de rebote se correlacionan con un incremento o descenso de los ingresos?
Para ponerte un ejemplo. Esta página de Social Media Pymes tiene una tasa de rebote del 42,50 %, lo que debería haberme asustado mucho si me dejara llevar por análisis precipitado.
La realidad es que, cuando analizo la página, me doy cuenta de que es una página informativa. Muchas de las personas que llegan a ella es mediante búsquedas de información precisa (normalmente, definiciones sobre un tema muy concreto). Aquí tienes una captura de Google Search Console, donde puedes ver las consultas de búsqueda con las que los usuarios llegan a la página.
En este caso concreto, no me preocuparía por una tasa de rebote alta.
¿Merece la pena intentar mejorar la tasa de rebote?
Una vez más, la respuesta es depende. Si entras en Analytics (en Universal Analytics, porque ya sabrás que en GA4 la tasa de rebote ya no se tiene en consideración) y vas a Comportamiento > Contenido del sitio > Páginas de destino y utilizas la función de comparación en la parte superior de la pantalla, puedes ver las páginas más afectadas, seleccionando Tasa de rebote del menú desplegable.
Dicho esto, si has consultado el experimento realizo por Makeatrial, habrás visto que es posible reducir la tasa de rebote a cero configurando un evento, como el scroll o el tiempo de permanencia, especialmente útil en artículos largos.
Como he mencionado, una tasa de rebote alta no tiene por qué ser algo malo. Sin embargo, estar pendiente de una tasa de rebote especialmente alta o especialmente baja puede ayudarte a conseguir información de utilidad para mejorar algunas páginas de tu web, por no hablar de las pruebas A/B que puedes hacer para experimentar con tu marketing y aprender cosas nuevas.
¿Qué tasa de rebote es normal?
No quiero avanzar en este artículo sin que tengas una referencia para saber si tu tasa de rebote es buena o mala. Al fin y al cabo, que no sea un factor de posicionamiento no quiere decir que no puedas mejorarla para incrementar las posibilidades de convertir.
Te pondré un ejemplo de mi sector. Si un usuario quiere saber cuánto cuestan los contenidos, no quiere decir que no pueda convertir. Si el usuario llega a esa página de mi web y se va, habré perdido una oportunidad de convertir. Quizá, ese usuario haya encontrado la respuesta a su pregunta, pero no haya sentido la necesidad de contactar con Social Media Pymes, ergo, algo hemos hecho mal. ¿Me sigues?
Para saber si la tasa de rebote de tu web es “normal”, puedes echar un ojo a estas cifras de referencia.
Tasa de rebote por tipo de web
A continuación, puedes ver en este gráfico la tasa media por tipo de web:
Como puedes ver, las webs del sector retail y las de ecommerce, tienen tasas de rebote más bajas, y es lógico. Pasas de una página a otra dentro de la misma web con facilidad y para cuando te quieres dar cuenta has visitado 10 url. ¡Incluso sin comprar nada!
Por el contrario, en landing pages, blogs, portales o diccionarios, la tasa de rebote es mucho más alta, porque los usuarios pueden adivinar rápidamente si lo que están viendo les interesa o no.
Tasa de rebote por canal
¿Y por fuente de tráfico? ¿Podemos ver cambios entre los diferentes canales? Presta atención a este cuadro:
Una vez más, hay grandes diferencias entre unos y otros. Se debe a que no es lo mismo hacer clic por error en un banner o un enlace en las redes a acceder desde un correo o los resultados de búsqueda. En estos últimos casos, los usuarios están más centrados, saber hacia donde van (en el caso del correo) o qué es lo que buscan (en el caso de los resultados de búsqueda).
Tasa de rebote por dispositivo
Por último, ¿qué pasa con los distintos dispositivos? A pesar de que no tienes control sobre qué tipo de dispositivo usan tus usuarios, contar con información sobre ellos puede tranquilizarte.
Presta atención a estos datos:
Los usuarios de móviles tienen un porcentaje de rebote más alto. Es lógico, porque la gente suele navegar con los móviles mientras realiza muchas otras actividades, como comprar, esperar el autobús o mientras ven la tele.
Cómo reducir la tasa de rebote de tu web
Aunque la tasa de rebote NO es un factor de posicionamiento, cuanto más tiempo pasen los usuarios en tu web, más probabilidades hay de que conviertan, es de cajón. Por eso, debes buscar la manera de reducir la tasa de rebote para aumentar las opciones de aumentar tus conversiones (sean las que sean).
1. Sugiere nuevos contenidos
Puede que los usuarios no encuentren lo que buscan, incluso si vienen de los resultados de búsqueda. Puede que tu título SEO y tu metadescripción no sean tan descriptivas como tú crees. Por eso, no me cansaré de recomendar siempre que mejores el entrelazado interno con banners y con sugerencias de nuevos contenidos.
Aquí puedes ver un ejemplo de contenidos relacionado al final de un artículo. Es fácil de implementar en tu web, solo necesitas un widget para que se muestren automáticamente ¡y listo!
Los artículos más largos, como he comentado, son los que tienen una tasa de rebote más alta. Para romper la monotonía y que los usuarios permanezcan en tu web, puedes añadir banners como este:
3. Incrusta vídeos en lugar de enlazar
Si quieres mostrar un vídeo, incrusta el código para que se pueda reproducir directamente en tu landing page o artículo del blog. ¿No sabes cómo hacerlo?
Accede al vídeo que quieres incrustar y dale al botón de “Compartir”.
A continuación, dale a “Insertar”
Y copia el texto HTML para pegarlo en tu web.
Consejo: si estás usando el editor de texto de WordPress, incrusta el código en la pestaña “HTML”.
4. Optimiza tu título y tu metadescripción
Si prestas atención a las actualizaciones de Google, sabrás que reescribe el título SEO y la metadescripción que aparecen en los resultados de búsqueda.
Sin embargo, eso no quiere decir que debas subestimar el poder de un buen título y una metadescripción atractivas. Puedes especificarlas gracias a un plugin como Rank Math o Yoast.
5. Mejora la velocidad de tu página
No hace falta ser un genio para darse cuenta de que una web lenta tendrá una tasa de rebote alta. Puedes comprobar la velocidad de carga de tu web con herramientas como Pingdom o Google Page Speed.
También puedes mejorar tu rendimiento con una red de distribución de contenidos o CDN, mejorando el almacenamiento en la caché de tu web y considerando la posibilidad de tener un proveedor de alojamiento más rápido.
7. Optimiza tu web para móviles
Piensa en ti mismo: seguro que utilizas el móvil mientras te mueves, paseas o estás en casa. Sea como sea, una diminuta pantalla llena de texto es un rebote casi automático.
Asegúrate de que tu web se ve bien en un smartphone. Instalar AMP puede ser una opción interesante, aunque debes personalizarlo para que no bloquee toda la identidad de tu web.
8. Haz que su texto sea legible
Aunque tengas muchas imágenes y vídeos, el texto sigue siendo importante, probablemente, represente entre el 80 y el 90 % del texto de tu web.
Por eso, no te olvides de maquetar el texto. Usa negritas, listas con viñetas y citas, todos los elementos que se te ocurran para facilitar la lectura.
Puedes consultar esta entrada sobre maquetación de contenidos, donde encontrarás muchos más trucos sobre cómo hacer tu texto más atractivo. Si no tienes ganas de leer, aquí tienes un resumen con las ideas principales:
- Utiliza un tamaño de letra lo suficientemente grande como para que los usuarios no tengan que hacer zoom. Tampoco te pases, o solo verán texto.
- Cambia el color de los enlaces para que tengan el suficiente contraste o pasarán desapercibidos para los lectores.
- Elige fuentes claras y fáciles de leer. Esta web tuvo mucho tiempo un tipo de letra san-serif, ahora tiene una letra tipo Serif a pesar de que no hay consenso sobre cuál es más cómoda de leer.
- Utiliza un buen contraste en la fuente y el fondo. Blanco sobre negro es lo más adecuado, aunque personalmente, me parece algo agresivo. Prefiero gris oscuro sobre blanco, pero es un elección totalmente personal.
9. Mejora tus titulares y el diseño de tus contenidos
Nunca insistiré suficiente sobre la importancia de cuidar el aspecto visual de tu web. Y entiéndeme bien. Un diseño agradable no solo es añadir fotos, hay muchas maneras de hacer un contenido agradable y fácil de leer.
Si no sabes por dónde empezar, puedes probar a hacer pequeños cambios en tu web. Las pruebas A/B consisten en crear dos versiones de la misma página con diferentes titulares, textos, imágenes o CTA. A continuación, se comprueba qué versión funciona mejor para poder trabajar con datos.
10. Ayuda a los visitantes a orientarse
Puede que su página sea exactamente lo que su visitante está buscando, pero si tiene que desplazarse el 80 % de la página para encontrarlo, lo más probable es que rebote.
Asegúrese de que su contenido responde a la pregunta o va al grano rápidamente. Si la entrada o página de tu blog tiene varias secciones, considera la posibilidad de añadir un índice o un botón que salte a la parte más interesante.
Por ejemplo, muchos blogs de recetas incluyen una larga explicación del proceso de elaboración de la receta junto con fotos paso a paso. Algunos visitantes pueden encontrar interesante ese contenido, pero muchos solo quieren la receta para cocinar a partir de ella. Los blogueros de recetas suelen colocar un botón Saltar a la receta en todas sus entradas. Esto permite al visitante que necesita algo para cocinar ahora mismo encontrar la parte más útil del post.
11. Adapta la CTA a la intención
Si quieres que los usuarios se queden en tu web y no reboten, asegúrate de que las llamadas a la acción coinciden con la intención del visitante.
¿Qué es la intención? El propósito con el que visita un usuario tu web. Hay 4 tipos de intención:
- Informativa: el usuario quiere una respuesta concreta o información (cuánto cuesta un test de ADN, cuál es el horario de Navidad).
- Navegacional: el usuario busca una web o una página (Zara, inicio sesión Zoom).
- Comercial: tu visitante está investigando productos o marcas con una intención futura de compra (comprar iPhone nuevo, zapatillas baratas Nike).
- Transaccional: tu visitante quiere comprar o realizar una acción (cupón descuento Amazon, envío gratis).
Es poco probable que alguien que ha llegado hasta tu web con una intención informativa quiera comprar. Sin embargo, si añades contenido relacionado de comparativas, quizás le hagas avanzar por el embudo de venta.
12. Optimiza la ubicación de las llamadas a la acción
La mayoría de los usuarios deciden si les gusta o no una web en los primeros segundos. Así que el contenido de la primera parte de tu página es clave. Debes optimizar esta zona para describir inmediatamente lo que vendes e incluir una llamada a la acción bien visible.
Haz que tu llamada a la acción sea clara y directa. Engañar a los usuarios creará una mala experiencia de usuario, que es la principal razón de tener una tasa de rebote alta.
Conclusión
La tasa de rebote es una métrica muy utilizada pero malentendida. Su seguimiento depende mucho del contexto y debe ser tratada con prudencia. Úsala para mejorar tus contenidos, especialmente en landing pages y artículos del blog, más que como una métrica general que tener en cuenta para mejorar tu SEO.
No olvides nunca que reducir tu tasa de rebote no puede ser nunca el objetivo principal y, de hecho, como te he comentado a lo largo de este blog, la tasa de rebote ya no aparece de forma tan prominente en la nueva versión de Google Analytics.
Ahora te toca a ti. ¿Tienes en cuenta la tasa de rebote? ¿La utilizas a menudo? ¿Tienes en cuenta el contexto? Te espero en los comentarios.
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