Elegir los tipos de tipografía adecuada para tu marca, sea profesional o personal es de las cosas más emocionantes que puede hacer un diseñador. ¿No me crees? Te aseguro que después de leer este artículo vas a estar de acuerdo conmigo.
En este artículo, verás:
¿Qué es la tipografía y por qué importa?
La tipografía es el arte y la técnica de organizar letras y caracteres en un diseño visual. Va mucho más allá de elegir una “letra bonita”: la tipografía influye directamente en cómo se percibe un mensaje, la identidad de marca y la experiencia del usuario.
Aunque a menudo se confunden, no es lo mismo hablar de tipografía que de fuente.
- La tipografía es la familia tipográfica (por ejemplo, Helvetica o Garamond).
- La fuente es el archivo digital o estilo específico dentro de esa familia (por ejemplo, Helvetica Bold 12 pt).
¿Por qué deberías prestarle atención?
Porque una mala elección tipográfica puede hacer que tu contenido parezca poco profesional, difícil de leer o incoherente con tu marca. En cambio, una buena elección aporta personalidad, refuerza tu mensaje y mejora la experiencia visual, tanto en papel como en pantalla.
Aquí tienes el cambio de tipografía de Revolut, un caso que analizaremos en breve, no te muevas.
Breve historia de los tipos de tipografía
Aunque hoy puedes elegir entre miles de fuentes con un clic, no siempre fue así. La historia de la tipografía es tan larga como apasionante (si te gusta el diseño, claro). Aquí va un resumen sin bostezos:
- Siglo XV: Gutenberg inventa la imprenta y nace la tipografía moderna con caracteres móviles. La primera tipografía impresa se basaba en la escritura gótica.
- Siglos XVI–XVIII: Surgen las primeras tipografías serif con proporciones más armoniosas, pensadas para la lectura: Garamond, Baskerville o Bodoni.
- Siglo XIX: Nacen las slab serif y las tipografías industriales. La Revolución Industrial necesitaba titulares con impacto.
- Siglo XX: Aparecen las sans serif modernas como Futura o Helvetica. La Bauhaus introduce la simplicidad y la geometría en el diseño tipográfico.
- Siglo XXI: Las pantallas lo cambian todo. Nace el diseño responsive, las webfonts y la personalización extrema. Google Fonts y Adobe Fonts democratizan el acceso.
Hoy, la tipografía no solo comunica: define estilos, personalidades y experiencias de usuario. Y en un mundo digital, elegir bien es casi una obligación profesional.
Nota graciosa: ¿sabes que si buscas “Garamont” “Times New Roman” o “Verdana”, todos los resultados de Google se muestran en esa tipografía? Pruébalo, tiene gracia.
Clasificación de los tipos de tipografía
Aunque existen cientos de estilos, los principales tipos de tipografía se agrupan en seis grandes categorías. Cada una tiene su personalidad, propósito y aplicaciones concretas. Aquí va lo esencial:
Serif
Son las tipografías con pequeños remates en los extremos de las letras. Transmiten tradición, autoridad y elegancia. Funcionan muy bien en textos impresos o largos.
Ejemplos: Times New Roman, Garamond, Baskerville.
Sans Serif
No tienen remates. Son más limpias, modernas y fáciles de leer en pantalla. Ideales para marcas digitales o entornos minimalistas.
Ejemplos: Helvetica, Arial, Futura, Verdana.
Slab Serif (Egipcias)
Una variante robusta de las Serif, con remates cuadrados y contundentes. Perfectas para titulares que quieren llamar la atención.
Ejemplos: Rockwell, Clarendon.
Script o manuscritas
Imitan la caligrafía manual. Aportan cercanía, creatividad o sofisticación, según el estilo. Mejor no usarlas en textos largos. Consulta este interesante artículo para saberlo todo sobre ellas.
Ejemplos: Pacifico, Lobster, Zapfino.
Display o decorativas
Diseñadas para impactar. Su función no es la legibilidad, sino captar la atención visualmente. Úsalas en dosis pequeñas.
Ejemplos: Bebas Neue, Raleway Dots, Bangers.
Monospaced
Cada letra ocupa el mismo espacio horizontal. Son típicas en programación o diseño técnico.
Ejemplos: Courier, Consolas.
¿La clave? Elegir el tipo que mejor represente tu mensaje y a tu marca. No todas sirven para todo.
Errores comunes al elegir los tipos de tipografía adecuados
Elegir una mala tipografía no solo estropea el diseño: puede arruinar la legibilidad, el mensaje e incluso la percepción de tu marca. Aquí van los errores más frecuentes (y cómo evitarlos):
- Usar demasiadas tipografías a la vez: más de dos o tres y el diseño se vuelve caótico. Menos es más.
- Elegir solo por estética: una fuente puede ser bonita, pero si no es legible o no encaja con tu identidad, no sirve.
- Abusar de las tipografías decorativas: funcionan en titulares o logos, pero no para párrafos o textos largos.
- No probar en distintos dispositivos: algunas fuentes se ven bien en escritorio, pero mal en móvil o tablet.
- Olvidar el contraste: una buena tipografía no vale de nada si no hay suficiente contraste con el fondo.
- No adaptar tamaños y pesos: elige bien los tamaños y grosores para mantener la jerarquía visual clara.
¿La mejor manera de no equivocarte? Piensa en el usuario. Si el texto no se entiende rápido y bien, algo falla.
Recursos útiles para encontrar tipografías
Afortunadamente, hoy no necesitas ser diseñador ni gastarte una fortuna para encontrar buenas tipografías. Aquí tienes plataformas fiables para buscar, descargar o probar fuentes para tus proyectos:
- Google Fonts: Más de 1.400 tipografías gratuitas y listas para usar en web o diseño gráfico. Ideal para proyectos digitales.
- Adobe Fonts: Incluido en las suscripciones de Adobe Creative Cloud. Fuentes de alta calidad y gran variedad profesional.
- DaFont: Popular por sus fuentes decorativas. Ojo: muchas son solo para uso personal. Revisa las licencias.
- Font Squirrel: Fuentes gratuitas para uso comercial, bien clasificadas y con filtro de licencias.
- MyFonts: Catálogo gigante con fuentes premium. Permite probar textos antes de comprar.
Si buscas algo distinto o necesitas tipografías para un branding más personalizado, puedes incluso trabajar con un diseñador para crear tu propia fuente desde cero.
Ejemplos de marcas y sus tipografías
Las grandes marcas no eligen su tipografía al azar. Lo hacen para comunicar una personalidad específica, transmitir confianza y mantener coherencia en todos sus soportes. Aquí tienes algunos ejemplos que seguro conoces:
- Apple → Usa San Francisco, una tipografía sans serif minimalista y moderna, diseñada para claridad en pantalla.
- Netflix → Utiliza Gotham y Bebas Neue para titulares. Tipografías fuertes y directas, que transmiten seguridad y entretenimiento.
- The New York Times → Emplea Cheltenham, una serif elegante y clásica que refuerza la autoridad periodística.
- Google → Su logotipo usa Product Sans, una tipografía redondeada y amigable, coherente con su imagen accesible y tecnológica.
- Coca-Cola → Usa una fuente script personalizada, que evoca tradición, cercanía y estilo propio desde hace más de un siglo.
¿La conclusión? La tipografía es un elemento más del branding. Elige con intención, y no solo por moda.
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