Empezar con una red social es complicado. Hay tantas opciones para publicar contenido y crear una comunidad que las posibilidades se multiplican. Descubrir dónde deberías enfocar tus energías puede parecer abrumador, especialmente si eres una Pyme y comienzas a experimentar con el marketing de contenidos.
¿Qué red social elegir? ¿Cuánto tiempo necesitas para cada una? ¿Por dónde deberías empezar?
Tranquilo, no es para tanto. Si estás tratando de definir cuál debe ser tu estrategia social y cómo tu contenido debe encajar en este macro panorama de decenas de redes sociales, quédate conmigo.
¿Recuerdas la fiebre del oro? Muchos funcionamos así, pensando que las redes sociales son un fin y no un medio.
Si bien es cierto que cuando comenzó esta moda era más sencillo conseguir ventas y hacer crecer la comunidad rápidamente, ahora las cosas son bien distintas.
Las redes sociales nos son como la radio o la televisión. No se trata de lanzar mensajes publicitarios agresivos para hacer más ruido que el contrario.
Se trata de interactuar, encontrar una comunidad a la que le interese lo que tienes que decir y crear relaciones orgánicas a través del contenido.
Como profesional de las redes y especialmente como profesional de las redes para Pymes, me encuentro en mi día a día con muchos dueños de negocios que se sienten abrumados por las redes.
Al pensar en que tienen que publicar unas 6 veces al día en Twitter y diariamente en otras redes sociales y sumarse a las nuevas modas como las Instagram stories, se marean.
Les parece que es mucho trabajo y que no tienen tiempo ni energía para llegar a todo.
Por eso, les divierte más o creen que llegarán más lejos si se centran en promocionar su negocio machaconamente. Esa es precisamente la verdadera tragedia de las redes sociales.
Las redes sociales son una herramienta de marketing digital como cualquier otra. Para usarlas de forma eficaz, necesitas experimentar y encontrar tu sitio.
Por suerte, puedes empezar con una red social y crecer a partir de ahí según vayas viendo resultados o mejoren tus habilidades.
Lo creas o no, el mito de que sin las redes sociales no puedes sobrevivir es falso. Hay algunas mega marcas que no tienen presencia en redes sociales y viven la vida felices y contentos.
De hecho, por si no lo sabías, antes de lanzarse a abrir una cuenta en una red social, las grandes marcas evalúan muy detenidamente si les compensa o no estar ahí.
Es el caso de partidos políticos, asociaciones importantes o administraciones. Antes de lanzarse, analizan de la mano de profesionales especializados cuáles son los sentimientos asociados a su marca y si compensa o no meterse en ese “charco”.
Si ya has decidido que te compensa, no necesitas empezar en todas las redes sociales del mundo mundial. Son una excelente oportunidad de compartir la historia de tu marca y atraer a una audiencia.
Si te centras en una sola red, puedes aprender a compartir esa historia de forma más efectiva, y sin la presión extra de tener que contarla en cuatro, cinco o seis redes sociales al mismo tiempo.
Cómo decidir con qué plataforma comenzar
Si tu tiempo y tus recursos son limitados, debes enfocarte bien para elegir la red social que mejor encaje con el público objetivo al que deseas atraer.
Para ayudarte a reducir las opciones, plantéate las siguientes preguntas:
1/ Tus metas
Sí, lo sé, los profesionales de marketing parecemos obsesionados con los objetivos. Pero no es por capricho, créeme.
Estamos obsesionados con los objetivos porque sabemos que el tiempo que tienen las marcas es limitado. Por eso es necesario optimizarlo al máximo.
¿No sabes cuál es tu objetivo? Ahí va una manita…
- Tráfico: Facebook, Twitter, Pinterest.
- Reconocimiento de marca: Instagram, Facebook, Twitter.
- Creación de una comunidad: Facebook, Twitter.
- Generar ventas: LinkedIn para marca personal o B2B.
2/ Cuál es su producto o servicio
Cada red social tiene una personalidad y unas posibilidades únicas, como bien sabes. Instagram es perfecto para el contenido visual, Twitter para las interacciones, LinkedIn para comunicar el liderazgo de la empresa y así sucesivamente.
Si tu marca va a estar únicamente presente en una de estas redes sociales, esta es una forma perfecta de reducir la lista todo lo posible.
3/ Cuáles son tus conocimientos
No es lo mismo empezar en Twitter compartiendo alguna noticia de vez en cuando que lanzarse de lleno a trabajar con contenido visual en Instagram. Son plataformas que requieren distinto nivel de conocimiento, y es algo que debes tener en cuenta.
4/ Cuánto tiempo tienes
He visto más veces de las que puedo recordar empresas que empiezan con mucho brío en las redes sociales desde cero y que se cansan a los pocos meses porque no tienen tiempo.
Y es lógico, no lo critico. Yo misma tengo que sacar tiempo de donde no lo hay para programar todas las publicaciones de la semana.
Por eso, es importante que te plantees desde el inicio cuánto tiempo vas a bloquear semanalmente para dedicárselo a las redes sociales.
5/ Qué capacidad de generar contenido tienes
El contenido original es la mejor manera de proporcionar valor a sus seguidores.
El problema es que hay muchos tipos de contenido y no todos requieren el mismo esfuerzo. Buscar una noticia interesante una vez al día es una cosa, mientras que crear 5 stories para Instagram diariamente que sean algo más que autobombo, no es tan sencillo.
Conocer tu capacidad de generar contenido te dirá qué habilidades dominas y cuáles no. Por ejemplo, si para ti es fácil crear imágenes atractivas que llamen la atención, lo tuyo es Instagram.
Si por el contrario tienes un gusto exquisito para curar contenido en Pinterest, ¡adelante! ¿Se te da bien redactar? Apuesta por LinkedIn.
Este es un resumen rápido de para qué es ideal cada una de las plataformas entre las que puedes elegir:
No es tan aterrador como parece. Simplemente comienza con esta simple lista de verificación paso a paso.
1/ Elige un nombre
Pero que sea simple e intuitivo, no cualquier cosa. No querrás que la gente tenga problemas para encontrarte, ¿verdad?
Un truco que siempre funciona es… ¡buscar el mismo nombre que tu marca! ¿Sencillo, verdad? Parece obvio, pero no siempre lo es, créeme.
Un consejo: cuando abras una cuenta en una red social, hazlo en todas las demás que se te ocurran, especialmente si te llamas Apple, Microsoft o El Corte Inglés. Da igual que no tengas actividad, se trata de proteger tu marca por si a algún listillo se le ocurre birlarte el nombre.
Otro consejo: opta siempre por las cuentas profesionales. Así podrás acceder a estadísticas que te informen del rendimiento de la cuenta además de la posibilidad de acceder a herramientas de gran utilidad.
En Pinterest, por ejemplo, la diferencia entre una cuenta normal y una de empresa son precisamente las estadísticas.
No olvides tampoco centralizar y crear contraseñas fuertes, la seguridad es lo primero. Mi recomendación es que instales algún filtro que te permita tener tus contraseñas a salvo, no en el navegador, por favor. ¡Y que sea algo más complicada que la clásica combinación del nombre de tu empresa y el año en curso!
2/ Optimiza tu perfil
Un perfil completo en redes sociales no solo es importante para tu marca, también es importante para el SEO. Asegúrate de que esté completo y que, si es necesario, incluya las palabras clave deseadas.
Completa la mayor cantidad posible de información requerida, aunque te parezca que estás divagando. Un buen perfil en redes sociales puede ser la puerta a clientes y debes cuidarlo tanto como un artículo en la web.
Otra de las cosas que siempre recomiendo a mis clientes, y que es muy importante en el mundo digital, es que cuiden todos los aspectos visuales.
Parece de perogrullo, pero veo a diario muchos perfiles empresariales sin cabecera ? o con avatares con el logo de la empresa tan pequeño que es imposible adivinar nada.
Optimiza la cabecera y haz que destaque, como el de este ejemplo.
¿No sabes cuáles son las medidas recomendadas para cada red social?
No te preocupes, las mismas redes sociales se encargan de informarte en todo momento de los tamaños recomendados.
Si vas a empezar con una red social, hazlo bien.
Si no estás seguro de qué tipo de cosas vas a publicar, terminarás por no hacer nada. Para evitar el famoso efecto “me dedico a lo que de verdad es importante”, te recomiendo que crees una estrategia de redes sociales.
No tiene por qué ser nada muy ambicioso, con que contenga estos puntos, habrás avanzado mucho:
- Objetivos. Qué quieres lograr con tu presencia en esa red social.
- Calendario editorial. Qué vas a publicar cada día, es decir, qué temas y formatos vas a elegir para acercarte a tu cliente ideal.
- Fuentes. Listado de fuentes
- Perfil de cliente ideal. A quién te vas a dirigir y qué le interesa.
- Acciones a desarrollar. ¿Concursos, publicaciones, información, entretenimiento? Piensa qué acciones vas a llegar a cabo.
- Linea visual. Especialmente si vas a tener presencia en Instagram, es conveniente que establezcas una línea visual que ayude a los usuarios a reconocer tu marca, su estilo y personalidad.
4/ Busca ideas
Si no estás seguro de qué cosas vas a publicar, observa a tus competidores. ¡No copies! Inspírate, mezcla, elige lo que se pueda adecuar a tu marca y dale tu toque personal.
Aquí tienes algunas ideas para empezar con una red social:
- Instantáneas de tu lugar de trabajo
- Testimonios u otro contenido generado por el usuario
- Consejos
- Noticias de la Industria
- Tendencias
- Tutoriales
- Características de tu producto
- Inspiración (para compras)
- Noticias, artículos
Sugerencia: si no estás listo para crear contenido original, comienza por curar el contenido de otros. Solo asegúrate de mencionar a la fuente siempre.
5/ Publicar y promocionar
Las herramientas de programación son tus amigas.
Afortunadamente, hay muchas herramientas (como CoSchedule o Hootsuite) que programarán las publicaciones según los momentos en los que tus seguidores están más activos.
Consejo: si estás promocionando tu contenido a través de anuncios, crea una pequeña campaña de prueba para no arruinar todo su presupuesto publicitario en algo que no consiga los objetivos que te propones.
6/ Seguimiento de métricas
Saber qué contenido produce el mayor impacto es crucial para hacer un seguimiento del éxito de tu trabajo a la hora de empezar con una red social.
Las métricas como “me gusta”, “comentarios” y “veces compartido” son una excelente manera de comprender qué contenido funciona mejor. Y, por supuesto, no tengas miedo de experimentar. Lo bueno de las redes sociales es que son gratis.
Una vez que hayas cogido carrerilla, puedes lanzarte a nuevas ideas y otras plataformas con los conocimientos que has adquirido en esta primera red.
Muchas gracias por estos consejos para empezar con una red social. Creo que es importante familiarizarnos con estas herramientas para poder conectar mejor con nuestro público actual. Excelente contenido, saludos
Hola Teresa, gracias por tu comentario. Las herramientas son de gran utilidad para poder abarcar más en menos tiempo.
Recibe un cordial saludo.