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Con bien sabes, insisto una y otra vez en que la calidad es lo único que te salvará del inevitable shock de contenidos que se avecina. Si tienes eso claro, la siguiente pregunta es inevitable: ¿cómo escribir buen contenido si no soy redactor?

La buena noticia es que para crear artículos que alcancen el estándar de calidad que requiere la situación no es necesario ser un gran escritor.

Tomemos por ejemplo el caso de destacadas figuras anglosajonas, como Jeff Bullas o Neil Patel. Ninguno de los dos es periodista ni dio el salto a internet después de haberse curtido en la redacción de ningún medio de comunicación importante.

La gran virtud de ambos es haber sabido conectar con audiencias deseosas de conocimiento y experiencia, para lo que no se necesitan rimas asonantes ni un best seller de éxito.

¿Cuál es su secreto?

Muy sencillo, querido lector, ambos estudian redacción.

Cómo escribir buen contenido estudiando redacción

Es decir, como muchos de los mejores redactores, han aprendido trucos practicando y estudiando a los mejores.

¿A cualquiera? ¡No! Solo a aquellos que dominan el arte del copywriting con el propósito de vender productos o servicios.

Cómo escribir buen contenido sin ser redactor. No es tarea menor, pues este arte pretende utilizar las palabras para persuadir a la audiencia de que realice una determinada acción. Sea en un correo, el contenido de una web o un tweet, el copywriting se puede aprender.

Pero volvamos a eso de cómo escribir buen contenido. Créeme, no hay nadie en este mundo que no sea capaz de expresarse por escrito con dignidad y eficacia.

¡Ojo, que no estoy hablando de escribir una novela de éxito! Hablo de justificar un argumento de venta, de destacar las cualidades de un producto o de transmitir una idea comercial.

Para ninguna de estas tareas necesitas ser un Shakespeare de la vida, ni mucho menos. Necesitas aprender a escribir.

Principios de redacción para malos escritores

1/ Investiga

David Ogilvy, legendario publicista y redactor fundador de una de las agencias más importantes del mundo dijo una vez:

“Necesitas saber más del tema que del lector”

¿Chocante, no? En estos tiempos donde la tiranía del consumidor consume a los profesionales del marketing es difícil imaginar que esta frase, enunciada hace unas cuantas décadas, pueda seguir teniendo vigencia.

¡Lo es! Ogilvy, que sabía muy bien lo que hacía, invertía muchas de las horas de su valioso tiempo conociendo en profundidad el producto que debía vender.

Una de estas inversiones le llevó a pasar tres semanas prácticamente viviendo en una fábrica de Rolls Royce. Durante el tiempo que pasó allí, hubo una cosa que le llamó poderosamente la atención.

Un trabajador de la fábrica le dijo que “lo único que oiría a 100 kilómetros por hora sería el reloj de abordo”. Así nació la línea maestra de la siguiente campaña de Rolls Royce en Estados Unidos, donde su cuota de mercado aumentó como consecuencia de forma significativa.

2/ Escribe un titular y una entradilla potente

Suelo dejar ambos para el final por varias razones.

La primera es porque no siempre surgen de forma natural y soy consciente de que si no consigo atrapar al lector con el titular no leerá la entradilla. Y si ésta es débil, no leerá el artículo.

Por eso, me gusta cuidarlos, casi siempre con anécdotas personales que me permitan llevarme al lector a mi terreno.

3/ Escribe igual que hablas

Ya te he contado en otras ocasiones que el mejor piropo que me han dicho nunca es que leer mis entradas es como hablar conmigo.

En realidad, cuando me siento a charlar con un amigo soy bastante mal hablada y algo chulesca, pero eso es porque soy madrileña. 🙂

Sea como fuere, te aseguro que fingir la personalidad por escrito es muy complicado, porque el estilo no resulta nada natural. El lector suele perderse sin saber exactamente por qué, y la lectura se vuelve pesada.

¿Hablas con un lenguaje sencillo? ¡Escribe igual! ¿Te gusta gastar bromas mientras charlas? No dejes que tus textos pierdan el sentido del humor. ¿No tienes pelos en la lengua? ¡Yo tampoco!

Un redactor del que he aprendido mucho, Neville Medhora aplica el filtro “del hombre cavernícola”.

¿Un cavernícola sería capaz de entender tus textos? Entonces están listos para saltar al ruedo.

4/ Simplifica

Cómo escribir buen contenido pasa necesariamente por simplificar.

No sé de dónde me viene la capacidad de desglosar las ideas hasta reducirlas a su mínima expresión, probablemente de los interminables esquemas que hice en la asignatura de historia durante la EGB.

Mi profesora, que supongo seguirá ejerciendo, desarrolló la capacidad de torturar adolescentes rebeldes mediante inagotables esquemas que dejaron una profunda marca en mi cerebro. 🙁

De vuelta en el mundo de la redacción, transmitir ideas complejas necesita de conceptos simples (“Just do it”, “Probablemente, la mejor cerveza del mundo”, “Busca, compara y si encuentras algo mejor, cómpralo”).

Para lograr perfeccionar el arte de la simplificación, reduce.

Por ejemplo, si tu producto posee varios valores que lo hacen único, busca la forma de agruparlos o menciona solo el más importante.

Y ¡recuerda! como en el juego de la seducción, no necesitas enseñarlo todo.

Dice una conocida zarzuela “Entre lo que se ve y lo que se intuye, ¡menudo tormento para la imaginación!”.

5/ No pierdas de vista las necesidades de tu audiencia

Los redactores tienen algo en común con otros generadores de contenido, como los escritores profesionales: saben lo que su audiencia quiere.

El problema al que nos enfrentamos en el caso de los contenidos digitales, especialmente aquellos que generan empresas que desean atraer a nuevos clientes, es que los escritores deben seducir a su público mediante historias.

Los redactores no podemos permitirnos el lujo de desviarnos mucho del propósito último del contenido que generamos: ofrecer lo que la audiencia necesita y responder a sus demandas.

Algo que es imprescindible cuando quieres aprender cómo escribir buen contenido.

6/ Escribe todos los días

Hace cuatro años, cuando me lancé al mundo de los contenidos, escribir todos los días suponía un reto casi inalcanzable.

Tenía la sensación de que para lograr estar satisfecha con una sola línea, debían darse una serie de circunstancias que era difícil ver juntas: tiempo, calma a mi alrededor, inspiración, un tema interesante y así, un largo etcétera.

A golpe de forzarme a escribir en las circunstancias más adversas (en el autobús, cuando no tengo ganas, cuando el tema es aburrido, cuando no tengo tiempo) he desarrollado la habilidad de escribir sobre cualquier cosa y en cualquier momento.

Puede que los primeros meses te resulte frustrante, pero te puedo asegurar que pasado el primer año, cada vez será más fácil y te garantizará el camino a cómo escribir buen contenido.

7/ Cuida tu vocabulario

¿Cuántos sinónimos de “coche” conoces? A parte de automóvil y utilitario, poco más, ¿verdad?

Aunque en tu día a día no tengas por qué utilizar un vocabulario muy amplio, cuando escribes sobre un tema no te queda más remedio que tirar de sinónimos.

Sirven para enriquecer el texto y a Google le encantan, porque significa que estás cuidando tu texto, y por tanto, será de mayor calidad.

8/ Lee, lee, lee y toma nota

A casi todo aquel que le gusta escribir es porque le gusta leer. Son dos caras de la misma moneda.

Si has llorado o reído con un libro, es normal que quieras imitarlo. De ahí nacen las ganas de aprender cómo escribir buen contenido.

Además, si te gusta leer, no te quedes solo en lo que la lectura te aporta. ¿Te conmueve, te emociona, te hace temblar? Aprovecha el mismo acto de leer para analizar cómo el escritor consigue remover tus entrañas, su estilo, su retórica y sus recursos.

¡Aprenderás un montón! Aunque muchos de esos recursos no son necesarios para crear contenidos digitales, pueden enseñarte cómo otros utilizan la palabra para lograr sus objetivos.

9/ Mejor corto que mal entendido

Google nos empuja hacia el contenido extenso, lo que me resulta muy gratificante, pues la tarea de investigar previa a la redacción no siempre se rentabiliza con una entrada de 500 palabras.

La única pega que le encuentro a esta manía de los chicos de Paloalto sobre cómo escribir buen contenido es que largo no siempre significa calidad, lo que presumo que dentro de poco afectará a aquellos que nos curramos cada coma. 🙁

Y por último, muchos parecen haber inferido que contenido extenso es lo mismo que carta blanca para dormir a la audiencia.

Si quieres que tus lectores sobrevivan al contenido extenso que de aquí a unos meses seguro querrás añadir a tu calendario editorial, ten en cuenta:

  • Largo no significa aburrido, plantea el contenido con numerosos recursos visuales, como esquemas, imágenes, vídeos, memes, gif’s, infografías, etc. 
  • Contenido largo no significa frases largas. Asegúrate de que el texto está bien estructurado, con secciones y subsecciones que permitan al lector tener la sensación de que avanza rápidamente. 
  • Mantén un estilo claro y conciso. Enumera beneficios, resalta ventajas y en general, sírvete de cosas concretas que ayuden a la audiencia. Evita siempre que el lector piense “Menuda pérdida de tiempo”. 
  • Maqueta j*#!º. Debe ser deformación profesional, pero sigue sorprendiéndome el poco uso que se hace de la maquetación en los post de wordpress. 

    Es decir, si vas a pedirle al lector 10, 15 o 20 minutos de su tiempo para que se trague 2.000 palabras, al menos, pónselo fácil, ¿no?Maquetación no es solo echar mano de H2 y H3.Maquetar significa utilizar el color y el tamaño para ayudar al lector a quedarse con lo más importante, a escanear el texto si es que así lo desea, o a leerse todas y cada una de tus palabras si le da por ahí.

10/ La puntuación es tu amiga, no tu excusa para ser un terrorista de la ortografía

Todavía me duele ver en chats de padres (genérico de progenitor y progenitora) faltas de ortografía por las que servidora dejaría a sus hijos sin herencia.

Y lo peor de cometer un error es no querer solucionarlo bajo la premisa de que “es que yo escribo asín”.

Pues si eso, mejor deja de escribir, te dan ganas de responder.

Mientras yo aguanto mis ganas de estrangular al personal, tú procura cuidar la puntuación. No es que sea una manía anticuada, es que no se te entiende, amigo.

Empieza por aprender la diferencia entre “cómo” y “como”, entre “por qué” y “porque” y entre “ahí” y “¡ay!”.

 

Hasta aquí mis consejos sobre cómo escribir buen contenido sin ser buen redactor. Espero con ganas tus comentarios sobre cuáles son las trabas y dificultades que encuentras en la redacción o cómo solucionas la falta de genio redactor.

Carmen Díaz es Content Marketing Manager para Pymes, o lo que es lo mismo, trabaja creando contenidos para pequeñas y medianas empresas que quieran generar más ventas y llegar a unos clientes que cada vez se interesan más por la información y menos por la publicidad invasiva.

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