Como te adelanté en la entrada de tendencias de contenidos para 2017, el vídeo crecerá más este año, si eso es posible. Muchos de ellos, serán vídeos de gatitos, youtubers en busca de una oportunidad y tutoriales de cómo hacer lasaña vegetal. Pero si eres una marca, seguro que muchos serán del tipo al que vamos a destinar esta entrada. Y como soy un alma caritativa (o lo intento), hoy quiero ayudarte sobre cómo elegir un vídeo explicativo.
Los datos que te convencerán
En esta particular jungla que forman los contenidos, no vale cualquier cosa. Los vídeos explicativos son caros, lo que te hará plantearte si estás tomando las opciones adecuadas a la hora de elegir.
¿Crees que puedes hacerlo bien a la primera? Quizás estos datos te convencerán:
• El tiempo medio de atención en internet es bajo, muy bajo. Para ser más concretos, de tan sólo 8 segundos cuando afecta a los vídeos. ¿A que no te apetece nada jugártela para que la audiencia sólo te dedique 8 segundos?
• El 59% de los profesionales del marketing encuestados recientemente por Forbes, prefiere ver un vídeo antes que leer el mismo contenido en forma de texto.
• El 62% de los consumidores tiene una pobre percepción de las marcas cuando éstas comparten un vídeo de mala calidad.
Tipos de vídeos explicativos
Hay distintos tipos de vídeos, dependiendo de qué necesidades tenga tu marca. Antes de lanzarte a nada, asegúrate de que sabes bien lo que necesitas. Estos son los distintos tipos que encontrarás cuando te plantees cómo elegir un vídeo explicativo.
Impactantes: compra, compra
Están pensados para que el usuario actúe de forma rápida. Son típicos de las técnicas más agresivas, sobre todo presentes en el marketing directo, las redes sociales y el email marketing. Suelen ser cortos y divertidos, reflejan fuertemente la imagen de la marca y se recuerdan de forma permanente. Además se centran en crear llamadas a la acción claras y sencillas de entender.
Para los profesionales del marketing, este tipo de vídeos son los más eficaces y lo que es mejor, han observado que estos vídeos se comparten un 1.200% más que otros formatos de contenidos, como texto e imágenes combinados.
Para ilustrar este tipo de vídeos explicativos, debajo de estas líneas puedes ver el trailer oficial del lanzamiento del nuevo iPhone7. No es simpático ni divertido, pero consigue en 2 minutos 16 segundos crear en tu interior la idea de que este smartphone es el Rolls Royce de los smartphones, con todo aquello que puedas necesitar. Que para eso vas a tener que hipotecar a tu madre, vaya.
Corporativos, cuando quieres resaltar tu oferta de valor
En inglés, reciben el nombre de «Homepage explainer videos«, porque están destinados a ser la puerta de la marca a modo de primer contacto. Deben contar con un mensaje claro y proporcionar una adecuada experiencia de usuario.
Si los vídeos impactantes se centran en generar una respuesta en el usuario, los corporativos pretenden que recibas alto y claro el mensaje corporativo, sea «Mi coche es el que tienen todos los futbolistas» o «Los pañales de mi marca son los más absorbentes para bebé meones».
Si en tu dilema sobre cómo elegir un vídeo explicativo te decantas por este tipo, céntrate en buscar la simpatía y complicidad del usuario. Ilustra claramente los obstáculos que has tenido que salvar para resolver los problemas que soluciona tu producto.
Los chicos de Babbel, la aplicación para aprender idiomas, han tomado nota. Detectan un problema (problemas para aprender idiomas de forma remota) y ofrecen una solución que explican de forma sencilla y simpática. ¡Bravo!
¿Los resultados? Las empresas que utilizan vídeos en sus páginas principales, incrementan sus tasas de conversión hasta en un 80%.
Explicativos, cuando la cosa no es tan sencilla
¿Tu producto no es tan sencillo como para ser explicado de forma rápida? No pasa nada, en este caso, cómo elegir un vídeo explicativo es tan fácil como elegir uno que eduque a tu público.
El gran reto de este tipo de vídeos está en digerir el mensaje en imágenes. Si tu empresa ofrece servicios, será más duro que si fabricas salchichas, pero por poder, se puede.
Incluso aquellos que trabajan con materiales de última generación, en los que con frecuencia nos sentimos perdidos, pueden beneficiarse de este tipo de vídeos explicativos.
La empresa de tecnología Qualcomm, de la que me has oído hablar en diversas ocasiones, es toda una maestra en este tipo de vídeos. Qualcomm fabrica muchos tipos de productos tecnológicos, algunos de ellos tan difíciles de explicar como el nuevo bebé de la marca: 802.11ax.
Este nuevo invento permite configurar y gestionar redes wifi que cada día transmiten más y más datos y que a veces soportan la vida entera de una familia o una empresa.
802.11ax se podía haber explicado de muchas formas, pero Qualcomm decidió hacerlo por medio de un vídeo muy sencillo en 1 minuto 50 segundos.
En este tipo de vídeos es especialmente útil la animación de objetos que expliquen el funcionamiento del concepto o producto. Este tipo de animaciones, como las que puedes ver en el vídeo de Qualcomm, permiten recordar hasta un 15% más.
Trucos cuando te planteas cómo elegir un vídeo explicativo
Si ya tienes claro el tipo de vídeo que más te conviene, es hora de los trucos de los profesionales.
Como he comentado al principio de esta entrada, los vídeos son uno de los formatos de contenidos más caros y que menos atención recibe. ¿Por qué? Normalmente, no pedimos al usuario que realice ninguna acción de compromiso para permitir el acceso a un vídeo explicativo.
Es decir, para regalar un ebook, una infografía o un whitepaper, sí solemos poner «puertas» que nos permitan traducir el esfuerzo económico de crear estos formatos en un beneficio para la empresa.
No sucede lo mismo con los vídeos explicativos, que suelen estar disponibles para todo el mundo en el mismo sitio web de la empresa o en las redes sociales.
¿No te resulta llamativo que el formato más caro no tenga un retorno de la inversión directo y cuantificable como en el caso de un ebook?
A mí sí me resulta curioso y me lleva a pensar que una inversión tan cara debe ir acompañada de pistas que nos permitan elegir bien y no tirar a la basura dicha inversión.
Pista 1/ Si no es de calidad, no interesa
Calidad, calidad. Esta palabra empieza a estar tan muy sobada. ¿Qué entiendo yo por calidad? Que el vídeo tenga un buen guión, que la estructura sea firme, que la locución convenza, que las animaciones sea originales y frescas.
¿Una pista? Gigtown es una aplicación que te permite encontrar y contratar a músicos locales para eventos en tu zona sin necesidad de arruinarte tratando con intermediarios y representantes mafiosillos.
Pista 2/ Parte de un presupuesto con el que trabajar
Definirá muchas de las decisiones que debas tomar más adelante, es te lo aseguro. ¿Por qué? Porque si no es muy boyante, quizás puedas probar con vídeo con animaciones pre-configuradas.
Los has visto millones de veces y existen varias aplicaciones para crearlas como has visto en este blog de contenidos. Si consultas la entrada «Herramientas de contenidos, vídeo«, encontrarás dos de las más conocidas, VideoScribe y Tawe.
Son rápidos de producir, pero no suelen tener la calidad aceptable para ser un vídeo corporativo en condiciones. La otra opción es crear un vídeo específico y personalizado para tu audiencia. Será más caro, pero al mismo tiempo poseerá la personalidad específica que permita a los que lo vean identificar tu empresa entre otras muchas.
Pista 3/ No te dejes impresionar, analiza
Si el presupuesto está claro y tienes una empresa en mente que pueda realizar el trabajo, no te dejes impresionar. Cuando trabajas muchos años en publicidad como yo, sabes que de la idea que sale de la cabeza de un creativo a lo que finalmente llega a los consumidores, va un mundo.
Por el camino, el cliente (tú) añade o quita millones de detalles que «enturbian» esa maravillosa idea que surgió de la cabeza de un creativo inspirado. Por eso, si aún habiendo pasado por el tamiz de los mil y un detalles que impone un cliente, el vídeo sigue siendo de enorme calidad, es que esa empresa merece ser tenida en cuenta.
Además, analiza estas otras cuestiones:
- La historia. ¿Los vídeos del porfolio de la empresa que estás considerando transmiten un mensaje claro?
- El diseño. ¿Está centrado en el público objetivo de la marca y refleja su identidad de marca?
- La animación. Movimientos, expresiones y pausas deben reflejar la imagen y la idea que los consumidores tienen en la cabeza como propia de la marca.
- La locución. El tono, el lenguaje y la calidad de la voz deben concordar con el tono editorial de la marca.
Pista 4/ Pregunta
Como última recomendación sobre cómo elegir un vídeo explicativo, te propongo que revises la opinión de otros clientes que hayan contratado los servicios de la empresa que estás considerando.
Como hemos visto en esta entrada, un vídeo explicativo puede contener muchos detalles susceptibles de torcerse y esa empresa debe estar capacitada para enderezarlos.
Revisa las opiniones de otros clientes que hayan contratado los servicios y revisa los comentarios en sus perfiles sociales. La prueba social es la mejor manera de saber si se trata de una empresa de confianza o esconden algún cadáver en el armario.
¿Tienes algún truco infalible sobre cómo elegir un vídeo explicativo y acertar siempre? Te espero en los comentarios, donde espero que entre todos, podamos descubrir buenos profesionales que recomendar a aquellas empresas que necesiten un vídeo.
Esta genial el articulo, ¿puedo compartir la infografía si te menciono?
Hola, gracias por tu comentario. Sí, por supuesto que puedes compartir la infografía, siempre que menciones este blog y enlaces al artículo.
Espero verte pronto de nuevo por aquí.
Un saludo,