Tecnicismos… En mi sector, el marketing digital, abundan más que en ningún otro. Storytelling, briefing, copywriting, KPI. Son como una mosca en verano, imposible deshacerse de ellas, ¡están por todas partes!
Seguro que en tu sector pasa lo mismo, alguien abre la boca y aunque lleves 25 años trabajando en el sector, parece como si acabaras de llegar.
Vamos a relajarnos un poco antes de empezar.
Gráfico, ¿no? Te sientes perdido, todo se complica y, lo peor de todo, si a ti te cuesta seguir el ritmo, ¿te imaginas a alguien que no pertenece al sector?
Entonces, ¿cómo pretendes atraer clientes si no paras de utilizar tecnicismos cuando creas contenido?
¡Abajo las palabras técnicas! ¡Arriba la simplicidad!
Qué son los tecnicismos
Un tecnicismo es cuando alguien utiliza una palabra compleja o propia de un sector y, por tanto, desconocida para el público en general.
No te enfades, pero no hay ninguna justificación para utilizar un tecnicismo.
Nunca utilices tecnicismos, no son necesarios.
Siempre, siempre, siempre, se pueden decir las cosas de forma más simple, ¡mucho más simple!
Por ejemplo:
- “Sublime” = Bueno
- “En caso de” = Si
- “Emplear” = Usar
- “Implementar” = Empezar
- “Proporcionar la oportunidad de” = Ayudar a
- “Tiene las habilidades para” = Puede
Y no es que no me guste que intentes por todos los medios escribir correctamente, no. Es que la gente no tiene tiempo de intentar entenderte. Se puede redactar de forma simple, pero elegante. Con la profundidad suficiente, pero con eficacia.
Por qué la gente utiliza los tecnicismos
Hay varias razones por las que la gente utiliza este tipo de palabras rebuscadas y complejas. Pero, en el fondo, se reducen a un puñado:
1/ Para parecer más listo
Hay dos clases de personas: las que quieren parecer más listas y las que quieren parecer más guapas. Yo soy de las primeras y seguro que no estoy sola.
A todos nos gusta parecer más listos. Nos hace sentirnos importantes.
Aquí un ejemplo de una empresa que quiere parecer lista.
Y aquí una empresa que quiere parecer cercana al consumidor, lo que inevitablemente, hace que escriba de forma más sencilla.
2/ Para confundir al lector
Vale, suena un poco maquiavélico, cierto. ¡Pero es real! Seguro que has buscado información en internet, sobre… impuestos, por ejemplo y no has entendido ab-so-lu-ta-men-te nada.
Terminas tan mareado que piensas que quizás es mejor contratar un profesional. ¡Han ganado! Ese es el objetivo de algunos despachos de abogados, consultoras y servicios que quieren que pienses que entender esos temas es complicado.
Bueno, ellos verán. Yo prefiero el enfoque “puedo entender cómo presentar mis impuestos, pero prefiero dedicar mi tiempo a otra cosa“.
3/ Para disimular que el producto es un asco
Sí, pasa. Y pasa mucho. El producto no es gran cosa. No tiene una propuesta de valor estratégica o, simplemente, es una copia de otro producto.
Por eso, se utiliza la redacción para poder tapar las carencias y hacerlo parecer mejor de lo que es.
La única solución para remediar un producto que no es la bomba es… cambiarlo. Pero si tu producto es bueno de verdad y parece del montón, la redacción puede ayudarte a destacar aquello que hará que sobresalga.
¿Cómo?
Sigue esta pequeña estructura:
- Para qué sirve.
- Por qué debería comprarlo.
- Qué va a cambiar en mi vida.
- Por qué es diferente del resto.
4/ Porque no saben que se puede decir lo mismo de forma más sencilla
No siempre hay un motivo oculto detrás de cada abuso de los tecnicismos. A veces, estamos tan metidos en lo que hacemos, que creemos que cualquiera sabe qué es un CMS y un CRM y cuál es la diferencia entre ambos.
Lo que no todo el mundo sabe que un buen comunicador utiliza ideas simples, con palabras simples.
“América para los americanos” o “Los bancos son malos” son dos ejemplos de que los comunicadores que los empuñan son buenos. No digo buenas personas, ojo, digo buenos comunicadores. ?
Y desde luego, un mensaje sencillo con palabras sencilla calará mejor que “Recuperar la economía nacional favoreciendo la integración de mecanismos económicos centristas“.
Cómo eliminar los tecnicismos y aumentar la claridad
Un problema grave de los tecnicismos es que tienden a juntarse, complicando todavía más las frases.
Si no entiendes del todo una palabra dentro de una frase, puedes seguir adelante, pero si justo detrás hay otra que no sabes lo que es, terminarás más perdido que un pulpo en un garaje.
Por ejemplo, podrías decir:
“Por divisiones, todas las ventas crecen, exceptuando IT (Tecnologías de la información), que reduce los ingresos un 7,1% por el cambio de estrategia que, sin embargo, le permite elevar el ebitda un 5,8% y mejorar márgenes, según ha resaltado hoy la compañía durante la presentación de los resultados a analistas.”
¿En serio? ¿Te has enterado de algo? ¿No sería más fácil decir “Todas las divisiones de la empresa han crecido, excepto Tecnologías de la Información, que baja un 7,1%? Esta bajada se debe a un cambio de estrategia que mejora sus márgenes“? ?
Si no sabes cómo simplificar una frase como la que acabas de leer, sigue estas indicaciones:
- Una frase, una idea. Por ejemplo: “los resultados de la empresa han subido“.
- Primero lo importante, luego los detalles. Analiza lo que más interesa al lector y colócalo lo primero. Luego, en otras frases, incluye los detalles.
- Evita las frases subordinadas. Cuesta mucho seguirlas, mejor evita enmarañar y redacta frases más cortas.
- Las frases, si son cortas, mejor. Si tienes varias cosas que decir, utiliza varias frases.
- Evita palabras de más de 3 sílabas. Mejor “claro” que “aclaratorio”. Significa lo mismo y nadie se quema las pestañas tratando de leerlo.
- Comprueba que se entiende. Una forma de saber si lo que estás escribiendo se entiende es que lo leas con la tele puesta. Sí, has leído bien. Redacta en silencio, pero lee con ruido ambiental. ¿Te enteras? Entonces está listo.
Narrativa, el remedio contra la confusión
Cada vez me pongo de más mal café cuando leo artículos de cómo el storytelling es capaz de vender neveras a esquimales.
Va a ser que no. No es lo mismo vender zapatos que tecnologías de la información. Es más, si intentas venderle a un director de IT algo con sentimiento, te lo tirará a la cabeza. Lo siento por aquellos compañeros que se dedican al “marketing emocional” pero en determinados sectores, simplemente, no funciona.
Lo que sí funciona es la narrativa que no es lo mismo que el storytelling.
La narrativa, como te he contado cientos de veces, utiliza técnicas y recursos para hacer llegar un mensaje. ¿Recuerdas la niña de Rajoy?
Eso es utilizar la narrativa para hacer llegar un mensaje a la audiencia.
Estas son otras técnicas que te ayudarán a utilizar la narrativa para tus textos y pasar por encima de los tecnicismos.
1/ Metáforas
¿Tu producto es complicado? ¡Utiliza una metáfora! Toma elementos de la vida cotidiana para explicar en qué consiste tu producto, así el lector reconocerá rápidamente el símil.
2/ Anécdotas
Son el vehículo perfecto para conectar con la gente. Hacen a las empresas humanas, a los humanos más humanos y a los unicornios… bueno, los unicornios no se comunican.
3/ Estructura
Las narraciones son todas bastante similares en cuanto a estructura: situación-problema-solución, statu quo desafiado, hombre vs. hombre, chica conoce chico, etc.
Las estructuras de las narraciones pueden ayudarte a dibujar en la mente del consumidor la utilidad de tus productos, como en este vídeo.
Han hecho simple lo complicado, porque podrían habernos contado muchas cosas sobre machine learning, pero han utilizado ejemplos de la vida real, con situaciones que te puedes encontrar en el día a día de tu empresa para evitar tecnicismos.
Es más, has podido ver cómo huyen de ellos a toda velocidad. ¡Magistral!
¿Tienes problemas con los dichosos tecnicismos? ¿Quieres eliminarlos de tus textos, pero no sabes cómo? Contacta conmigo y te ayudaré.
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