Un correo de seguimiento es la mejor manera de volver a intentar a recuperar aquellos prospectos que han ignorado tus acciones anteriores, algo que seguro que has sufrido alguna vez. ¿A que te ha pasado?
Has investigado, has trabajado tu mejor propuesta de valor, has redactado el mejor correo de ventas que se te ha ocurrido y le has puesto todo el cariño del mundo.
¿Y ahora? Nada. Nadie te contesta y tu bandeja de entrada sigue dolorosamente vacía.
Tienes dos opciones, o aceptar la derrota, o utilizar redactar un buen correo de seguimiento a clientes para intentar engancharlos de nuevo a tu vagón.
Los componentes clave de un correo de seguimiento
¿Qué estás intentando conseguir con un correo de seguimiento? Obviamente, que te contesten. Pero no solo eso, además, esperas que te contesten de forma positiva, convirtiendo a los destinatarios en ventas o clientes.
Estos es lo que tu correo de seguimiento debe incluir:
- Un recordatorio de quién eres
- Una descripción rápida de lo que describías en tu anterior correo (una descripción de tu producto o servicio o una colaboración)
- Un asunto con gancho que consiga que abran tu correo
- Un cuerpo de texto bien redactado
- Y algo diferente a lo que probaste en tu primer correo porque, si lo abrieron y no ha funcionado, ¿por qué seguir haciendo lo mismo?
Vamos a analizar cada uno de estos cinco puntos de forma detallada con ejemplos de correos de seguimiento a clientes o prospectos.
1/ Un recordatorio de quién eres en el correo de seguimiento
Los dos primeros ingredientes de tu correo de seguimiento son bastante sencillos, pero aun así, me gustaría que lo repasáramos juntos para que no haya dudas. ¿Te parece bien?
Empecemos por el recordatorio de quién eres. No parece complicado, ¿cierto? Debería ser un repaso rápido de a qué te dedicas, en qué empresa y por qué debería interesarle a la persona que está leyendo el mensaje.
De hecho, la clave de esta parte es precisamente que sea corto.
Tan solo debería incluir tu nombre, cargo, empresa y por qué contactas de nuevo, como en este ejemplo:
Si no quieres dejar nada al azar, puedes incluir un enlace con información a la empresa, por si el receptor desea refrescar la memoria.
2/ Una descripción rápida de tu anterior correo
¿Qué me estás vendiendo, otra vez?
No comentas el error de pensar que eres el único con el que tiene que lidiar tu posible prospecto o cliente en el día. Es probable que sepas bien lo que es tener la bandeja de entrada completamente saturada, así que hazte un favor y ponle fácil a tu lector la posibilidad de visualizar rápidamente quién eres y de qué va tu correo.
Recuérdale lo que tienes que ofrecerle. Una vez más, sé breve, concreto y procura no excederte en más de una oración.
Si quieres ver un ejemplo de un email de seguimiento, este sería un buen sitio por donde empezar.
“Hola, soy yo, David, creador de las mejores sillas de oficina del mundo. Solo quería dejarle otra línea, ya que creo que nuestras sillas de oficina realmente son el producto superior en el mercado, y creo que su oficina podría beneficiarse de su construcción ergonómica, hermoso diseño estético y precio extremadamente razonable”.
Fácil, ¿no? Una introducción rápida y breve que coloca al lector delante de quién eres, lo que ya les has contado en tu correo anterior y qué le puedes ofrecer. No abandones tu propuesta de valor clara y única, exactamente lo que ilustra al receptor sobre qué hace que tu producto o servicio sea mejor y cómo puede ayudarle.
3/ Un asunto con gancho que consiga que abran tu correo
Aquí es donde las cosas comienzan a ponerse interesantes y también más complicadas.
Pero antes un mensaje rápido sobre los correos electrónicos de ventas en general, incluidos los correos de seguimiento:
Es una excelente idea realizar un seguimiento de tus correos electrónicos desde el inicio, con herramientas específicas como HubSpot o MailChimp.
Te ayudará a descubrir cosas como si los receptores ignoraron el correo completamente, si lo abrieron, pero no respondieron, si hicieron clic en algún enlace dentro del correo o desde dónde lo abrieron. Toda esta información te ayudará a comprender en qué momento los perdiste y probar cosas nuevas, porque está claro que lo que hayas hecho hasta el momento no ha funcionado.
Por ejemplo. Si lo recibieron, pero no lo abrieron, es probable que, o no elegiste la mejor hora para mandarlo, o el asunto no suscitó el interés suficiente. Si lo abrieron, pero no te contestaron, probablemente el problema esté en el cuerpo de texto y así sucesivamente. ¿Hicieron clic pero no respondieron? Probablemente, debas investigar más por qué perdieron el interés justo al final de la partida. ¿Hicieron clic pero, nada? Revisa la información a la que has enlazado, quizás no es clara o no está completa. Hay todo un mundo de posibilidades de cosas que puedes probar.
Bien, volvamos al asunto.
¿Cuál fue? ¿Era muy genérico y soporífero? Es posible que puedas recuperar a tu prospecto con un poco de salsa picante.
Mira el aspecto de mi bandeja de entrada de promociones.
Aparentemente, no destacan unos asuntos de otros. Tan solo lo que contienen iconos resaltan por encima de la media y del resto, todos los que gritan algo exagerado (como “oferta”, “nuevo”, “oportunidad increíble”) o este tipo de cosas, no suelen captar mi atención.
Por el contrario, resuenan en mis oídos aquellos que me ofrecen una promesa de solucionar un problema o tocan temas que me interesan, como el que puedes ver debajo de estas líneas.
Corresponde a una colaboración que me llamó la atención por dos cosas:
- Como profesional independiente, sé que la colaboración entre profesionales (o networking) es una de las claves para expandir mi marca.
- Acabo de estar en Alemania, casualidad, sí, pero me llamó la atención el toque amable de “Saludos desde Alemania”.
¿Desde Alemania si no hablo alemán? ¿Partners de visibilidad? ¡Esto me interesa!
Haz que el asunto del mensaje resuene en tu potencial cliente o colaborador tocando los puntos de dolor que sabes que tiene y, como extra, haz que se sienta intrigado por lo que tienes que ofrecer. Seguro que así tendrá ganas de abrir el correo.
4/ Un cuerpo de texto bien redactado para un correo de seguimiento
En la misma línea de lo que acabamos de analizar, considera cómo puedes mejorar el cuerpo del texto para que este correo de seguimiento sí logre los objetivos que el anterior no logró.
¿Era demasiado seco? ¿Agresivo? Considera darle un toque de humor. ¿Tenía demasiado texto? Hazlo más corto. Quizás algunas de las imágenes no eran todo lo buenas que deberían o considera incluir esta vez algunas caras humanas para que los lectores se sientan identificados con lo que van a ver.
5/ Algo que se aparte de lo que hiciste la primera vez
Si la primera vez no conseguiste los objetivos que te habías marcado, es hora de hacer algo diferente con el resto de emails de seguimiento.
¿Qué puedes perder?
Si la primera vez te centraste en los datos y en un tono formal, considera un tono más audaz y alegre. Recuerda, ya te han ignorado, un buen correo electrónico de seguimiento es tu oportunidad de recuperar a esos potenciales clientes o colaboradores. ¡No hagas más de lo mismo!
Por el contrario, si pruebas cosas nuevas una y otra vez, en algún momento, conseguirás dar con la tecla que consiga que los destinatarios abran los correos y, además, te contesten.
Para terminar, quiero enseñarte un correo de seguimiento de Back Market. Su propósito era que valorara una compra reciente y ¡vaya si lo consiguieron! Es cierto que su tono desenfadado es parte de su estrategia de marca y lo han trasladado a sus correos electrónicos. Pero lo cierto es que funciona bien y consiguen que sus correos destaquen por encima del resto en una bandeja atestada de correos.
Con esto y un bizcocho hemos llegado al final de este breve artículo que, espero, te ayude a conseguir muchos clientes y colaboraciones mediante correos de seguimiento fuertes como rocas. Si necesitas que te eche un cable, ¡dame un toque!
Me interesa
¡Hola William! ¿En qué te puedo ayudar?
buen blog
¡Gracias Elena!