Cuando comienzas a bloguear no te paras a pensar en cómo guiarás a los lectores a través de lo que, al poco tiempo, se convierte en un monstruo de varias cabezas. Es difícil saber cómo organizar un blog antes de empezar a bloguear o incluso cuando el monstruo ya se ha manifestado.
Cómo organizar un blog, qué pueden hacer por ti las categorías
Lo primero y más importante es cómo las categorías son más importantes de lo que podrían parecer cuando te planteas cómo organizar un blog corporativo.
No se trata de elegir unos cuantos temas al azar, o más o menos adivinar lo que los usuarios pueden buscar. Es una opción estratégica con implicaciones más profundas.
Si todavía no tienes en tu poder una estrategia de contenidos en la que hayas definido los objetivos y palabras clave que te ayudarán a alcanzarlos, este es el momento.
Cuando te sientes a diseñarla, localiza las necesidades que quieres satisfacer y las preguntas a las que tu público está buscando respuesta.
¿Ya estás de vuelta? Bien. Ahora que tienes en tu mano esa lista de necesidades, problemas y preguntas, es hora de casarla con tu análisis SEO.
Algunas de las ideas que has incluido en esa lista tendrán una alta competencia. Es decir, si tu negocio está centrado en la moda premamá (por poner un ejemplo) algunas de las preguntas a las que las futuras madres está buscando respuesta habrán sido tratadas con anterioridad en blogs y foros.
Otras, por el contrario, estarán poco desarrolladas o de forma incompleta. Ahí es donde puedes encontrar un hueco para diseñar temáticas para tu blog corporativo que sean originales y despierten el interés de la audiencia.
Además, te servirán como base para saber cómo organizar un blog, ya que puedes dividir esta información de muchas maneras.
Por ejemplo, puedes organizar la información en función de temáticas, lo que normalmente suele hacer todo el mundo, vaya.
Pero también puedes diseñar otro tipo de organizaciones, como según el nivel de conocimientos que tengan tus lectores. ¡Es para pensárselo!
Aprovecha las debilidades de tu competencia
Cada negocio es un mundo, nadie lo duda. Por eso el diseño de cómo organizar un blog es una decisión muy personal.
Lo ideal es que este diseño sea diferente a otros blogs de la misma temática, para lo que deberás realizar una doble tarea de investigación: la de tu audiencia y la de tu competencia.
Para conocer cuál es tu competencia, busca quién ocupa las primeras posiciones de Google para las palabras clave de tu sector.
Asegúrate de que estás navegando en modo incógnito y que estás en la zona horaria que deseas. Los resultados que arroje el buscador de buscadores son tus competidores.
Por último, tienes un ejercicio más que ejecutar: escribe “relacionada: www.TUURL.com” y obtendrás las empresas similares a la tuya.
Una vez localizados tus principales competidores, analiza sus contenidos si tienen blog. Desglosa y responde a las siguientes preguntas:
• ¿Cuántas categorías tienen?
• ¿Representan temáticas genéricas o están relacionadas con sus productos?
• ¿Qué tipo de formatos de contenidos utilizan para cada categoría?
• ¿Qué extensión tienen de media sus post?
Con el listado de puntos fuertes y débiles de tu competencia tendrás más información de lo que hay en el mercado y podrás buscar un hueco por donde colarte. No desesperes, siempre hay algún defecto que puedes convertir en virtud.
Categorías vs. etiquetas
¿Cuál es la diferencia entre las dos?
Las categorías te sirven para agrupar gran cantidad de post bajo una misma temática. Las etiquetas, por contra, te ayudan a identificar diversas temáticas más específicas. Se usan sobre todo para que a los motores de búsqueda les resulte más sencillo localizar el contenido.
Por ponerte un ejemplo, los casos de marketing de contenidos de este blog están contenidos en la categoría “Casos de estudio”, mientras que cada uno está etiquetado con temas más concretos como el nombre de la empresa estudiada, o los tipos de contenidos que emplea.
Además, mientras que las categorías sirven para organizar el contenido en grandes bloques y no es conveniente tener muchas, las etiquetas puede ser más numerosas.
Cuando pienses en qué etiquetas asignar a los distintos post, ten en mente las palabras que suelen utilizar los buscadores para localizar los contenidos de tu blog, así te resultará más sencillo seleccionarlas. Recuerda siempre que sí hay cierta higiene de etiquetas que conviene respetar, porque determinados malos usos pueden terminar penalizando a tu blog.
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