Redactar en inglés no es lo mismo que traducir del español. Aunque domines la gramática o tengas un buen nivel, no garantiza que tus textos suenen naturales, profesionales o que cumplan su función. ¿Te ha pasado que relees lo que has escrito en inglés y, aunque todo está “bien”, algo no termina de funcionar? ¿No tienes la sensación de que el lector va a notar que no es tu idioma nativo y que “rasca”?
En este artículo no te voy a dar una lista interminable de frases hechas ni reglas gramaticales aburridas. Vamos a ver cómo redactar en inglés con un enfoque práctico, claro y orientado a objetivos reales: desde escribir un post para LinkedIn hasta enviar un email a un cliente o preparar una propuesta comercial.
Además, te contaré cómo lo hacemos en mi agencia y qué errores típicos vemos cada día en textos que, con algunos ajustes, podrían marcar la diferencia. ¿Listo para redactar en inglés como… un inglés?
¿Por qué no basta con traducir del español al inglés?
Uno de los errores más comunes cuando alguien quiere aprender cómo redactar en inglés es pensar que basta con traducir lo que ya ha escrito en español. El problema es que, aunque las palabras sean correctas, el texto no siempre suena natural.
El inglés tiene estructuras más directas, prefiere frases cortas, y muchas veces evita la voz pasiva o los rodeos típicos del español. Además, lo que funciona en una redacción española (como cierto uso de conectores o adjetivos) puede sonar recargado, ambiguo o simplemente innecesario en inglés.
Por ejemplo, mientras que en español podríamos decir: “El presente artículo tratará la manera de mejorar la redacción comercial”, en inglés sería mucho más natural decir: “This article shows how to improve business writing”. ¿Notas la diferencia? Más compacto, más económico, más… inglés.
No se trata de traducir, sino de adaptar el mensaje al lector angloparlante: entender cómo piensan, qué esperan y cómo se comunican.
Cómo redactar en inglés: errores frecuentes
Dominar la gramática no es suficiente para aprender cómo redactar en inglés. Muchos textos escritos por hispanohablantes tienen errores que, aunque no son graves, sí delatan que el autor no domina del todo la lengua. Estos son algunos de los más comunes:
- Usar expresiones literales del español: frases como “take decisions” en lugar de “make decisions” son traducciones erróneas muy habituales.
- Abusar de conectores complejos: en inglés se prefiere lo simple. Conectores como “moreover” o “nevertheless” suenan forzados si no se usan bien. A veces basta con un simple “also” o “but”.
- Confundir tiempos verbales: el present perfect y el past simple se usan de forma diferente en inglés. No siempre que dices “he trabajado” te servirá un “I have worked”.
- No adaptar el tono: en inglés profesional se prefiere un estilo claro, directo y orientado a la acción. El tono grandilocuente o excesivamente formal del español no funciona igual.
- Ignorar las collocations: algunas palabras se combinan de forma natural con otras (por ejemplo, “strong coffee”, no “powerful coffee”). No respetarlas suena poco natural.
Evitar estos errores no solo mejora la comprensión del texto, sino que refuerza tu credibilidad y profesionalismo al escribir en inglés.
Claves para redactar en inglés de forma clara y profesional
Aprender cómo redactar en inglés no significa usar palabras sofisticadas ni frases largas. Al contrario: cuanto más claro y conciso sea tu mensaje, mejor. Estas son algunas pautas que te ayudarán a escribir con eficacia:
- Sujeto + verbo + complemento: el orden natural en inglés es muy rígido. Evita florituras. “We developed the product” es mucho más eficaz que “It was the product that we developed”.
- Menos es más: el inglés valora la brevedad. Frases de 10-15 palabras funcionan mejor que párrafos interminables. Divide las ideas en frases cortas y directas.
- Activa tu voz: usa voz activa en lugar de pasiva. “The team launched the campaign” es más claro y enérgico que “The campaign was launched by the team”.
- Cuidado con los falsos amigos: términos como “actual”, “sensible” o “assist” pueden traicionarte. Verifica siempre su significado real en contexto.
- Utiliza ejemplos concretos: cuando expliques un proceso o una idea compleja, acompáñalo de un ejemplo simple. Ayuda a reforzar el mensaje.
Aplicando estas claves no solo evitarás errores, sino que empezarás a sonar más natural, más profesional… y más convincente.
Herramientas útiles para redactar en inglés (y no cometer errores)
Escribir en una lengua extranjera implica revisar y revisar. Por suerte, existen herramientas que pueden ayudarte a detectar errores, mejorar tu estilo y ganar confianza. Aquí tienes algunas que uso —o he probado— y recomiendo:
- Grammarly: uno de los correctores gramaticales más populares. Detecta errores de ortografía, estilo y tono. Muy útil si estás empezando.
- DeepL Write: versión avanzada del conocido traductor, con sugerencias de estilo más naturales que otros correctores. Especialmente bueno para usuarios avanzados.
- Ludwig.guru: sirve para buscar frases reales en contexto. Perfecto si no sabes si una expresión “suena bien” o no.
- Hemingway App: ideal para simplificar textos. Te marca frases largas, pasivas o demasiado complejas. Recuerda: el inglés prefiere lo directo.
- Thesaurus.com: para encontrar sinónimos y evitar repeticiones. Aunque no siempre acierta, puede sacarte de un apuro si estás atascado.
Ninguna herramienta sustituye a una revisión humana, pero combinadas pueden mejorar muchísimo la calidad de tu redacción en inglés.
Cómo adaptar el tono al tipo de texto (sin sonar raro)
Uno de los mayores retos al aprender cómo redactar en inglés no es solo elegir las palabras correctas, sino encontrar el tono adecuado para cada tipo de texto. No es lo mismo escribir un email formal, un artículo técnico o un post desenfadado para redes sociales. Y no, traducir literalmente no suele funcionar.
Email profesional
Evita florituras. Sé directo, cortés y claro. Expresiones como I hope this email finds you well o Looking forward to hearing from you funcionan bien. Cuidado con sonar demasiado formal si estás escribiendo a alguien de Estados Unidos; allí valoran la cercanía.
Artículo de blog
Cuando escribes para mejorar tu posicionamiento orgánico, necesitas equilibrio entre autoridad y cercanía. Puedes usar you, preguntas retóricas y ejemplos personales para conectar con el lector. Frases como Let’s take a closer look o Here’s what you need to know ayudan a guiar el texto sin parecer un manual.
Naturalidad ante todo. Usa frases cortas, contraídas (you’re, we’ve, it’s), emojis si encajan, y un tono que invite a reaccionar. Las expresiones coloquiales (nailed it, kinda tricky, worth a try) pueden funcionar si conoces bien a tu audiencia o si tu negocio tiene esa personalidad cercana.
Contenido técnico o corporativo
Precisión y claridad son clave. Usa frases bien estructuradas, evita la jerga innecesaria y prioriza la comprensión. Aunque el tono sea más neutro, intenta no sonar robótico. Un toque humano siempre suma.
En resumen, el tono ideal en inglés no es solo cuestión de gramática: es contexto, intención y audiencia. Y si alguna vez dudas, busca ejemplos reales en inglés nativo antes de lanzarte.
Herramientas que te salvan cuando redactas en inglés
Aprender cómo redactar en inglés ya es bastante desafiante como para hacerlo sin ayuda. Por suerte, hay herramientas que te facilitan mucho la vida, tanto si eres principiante como si tienes nivel avanzado. Aquí van algunas de las más útiles:
Correctores gramaticales
- Grammarly: Detecta errores gramaticales, te sugiere reformulaciones y además te ayuda a mantener el tono adecuado. La versión gratuita es más que suficiente para la mayoría.
- Linguix: Similar a Grammarly, pero con un enfoque más profesional. Tiene plantillas y sugerencias para emails, textos corporativos, etc.
Diccionarios y ejemplos de uso
- WordReference: Increíblemente útil para consultas rápidas, sinónimos, diferencias de uso según país, etc.
- Linguee: Ideal para ver frases reales traducidas en contexto. Perfecto si dudas de cómo usar una palabra en un texto real.
Estilo y tono
- Hemingway App: No está pensada solo para inglés, pero ayuda a detectar frases complejas y pasivas. Perfecta si quieres sonar más claro.
- Thesaurus.com: Para encontrar sinónimos y evitar repeticiones.
Inmersión real
- Quora (en inglés): Si no sabes cómo se hablaría de un tema en inglés real, búscalo en Quora. Verás estructuras, expresiones y giros actuales.
- LinkedIn, Medium o Substack: Leer a otros profesionales que escriben bien en inglés te ayuda a interiorizar el tono y vocabulario de cada sector.
Usar herramientas no es hacer trampa: es optimizar tu proceso si quieres aprender cómo redactar en inglés. Y si combinas estas ayudas con práctica y sentido crítico, tu copy en inglés no solo será correcto… será bueno.
Conclusión
Aprender cómo redactar en inglés no es solo cuestión de dominar la gramática o tener buen vocabulario. Es una habilidad que se entrena, se pule y evoluciona con el tiempo, especialmente si lo haces con un propósito profesional. Desde entender el tono adecuado hasta evitar los errores más comunes, cada paso te acerca a una escritura más natural y efectiva.
Y recuerda: no necesitas ser bilingüe para empezar a escribir bien en inglés. Lo que necesitas es intención, práctica y las herramientas adecuadas. Así que no lo pienses más: el mundo necesita leer lo que tienes que decir. Incluso si es en otro idioma.
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