¿Te gustan las películas de espías? A mi me encantan. Reúnen lo mejor de la vida: acción, aventura, secretos y (si está James Bond cerca), coches caros. Por eso me he puesto en plan 007 para desvelarte los secretos de la newsletter perfecta, que normalmente, no reúne lo mejor de la vida que digamos. 🙁
Datos, datos, datos
¿Por qué utilizar los boletines electrónicos en lugar de cualquier otra técnica? Porque son baratos, eficaces y sirven para muchos propósitos.
¿No me crees? ¡Los datos lo avalan!
- El 72% de los usuarios prefiere ser contactado por correo electrónico.
- El email marketing posee uno de los retornos de la inversión más altos, de cada dólar gastado, recibes una media de 38.
- El 55% de los usuarios de correo electrónico lo consulta desde el móvil.
Igual que James Bond no asalta la guarida del re-malo sin un plan previo, no puedes ir por la vida sin pensar detenidamente para qué vas a crear una newsletter perfecta.
¿Informar, promocionar, educar o mejorar la calidad de tus contactos? No es decisión baladí, pues de ella dependen cosas importantes.
Si tu objetivo es informar, te recomiendo un formato tipo carta, como el que puedes ver en el tablero del perfil de Pinterest de Social Media Pymes con ejemplos de modelos de newsletters. Es más eficaz, porque nos recuerda a las comunicaciones impresas a las que estamos habituados y le prestamos mayor atención.
Por el contrario, si tu objetivo es promocionar, las llamadas a la acción deberán tener un aspecto más llamativo, además de un número mayor de imágenes. Si pretendes educar, te recomiendo newsletters más sencillos, con mensajes rápidos y poco elaborados, que sean fáciles de digerir por la audiencia.
Por último, si buscas mejorar la calidad de tus contactos (lead nurturing) o hacerlos avanzar por el proceso de compra, busca el impacto visual por encima de otras alternativas. Imagina que estás enviando el primer boletín electrónico a un nuevo suscriptor. En este caso, y con el objetivo en mente de hacerle avanzar y que se convierta en lector del blog de forma asidua, proporciona contenido extra de alto impacto visual.
No creas que ha sido fácil. He necesitado muchos martinis agitados, no mezclados, pasaportes de 5 países y un par de Bentleys, que lamento comunicarte, han terminado destrozados. ¡Pero lo he conseguido! Estos son los secretos para diseñar la newsletter perfecta.
Logo, bien visible. Nadie se libra del spam. Por eso tu logo debe esta bien visible, para que nadie dude de la honorabilidad de tu newsletter.
Rostro humano, mejor que un robot. ¡Déjate ver! Las personas confían más en aquellos newsletters en los que hay fotos de los remitentes. Genera seguridad.
Personaliza. ¿A quién no le gusta ver su nombre, aunque sepa que lo ha puesto ahí una aplicación de email marketing?
Emojis. Gustan tanto porque resumen un gran abanico de emociones humanas en muy poco espacio. Muchas veces, completan el mensaje y transmiten un estado de ánimo que impulsa a la acción. 🙂
Párrafos cortos. Lo repito y lo repetiré hasta que muera, párrafos cortos. No todo el mundo está dispuesto a leer miles de palabras por tu cara bonita, y mucho menos en una newsletter.
Líneas divisorias. Ayudan a estructurar la información y separar secciones dentro de un mismo mensaje. Si por ejemplo, incluyes un apartado promocional dentro de la newsletter, las líneas divisorias te permiten separarlo de otro tipo de contenido promocional o informativo.
Fotos. Es imprescindible incluir información visual que complete la newsletter. Si no incluyes más que texto, puede que nadie le preste atención.
Llamadas a la acción. No tienen por qué ser un gran letrero con luces luminosas, pueden ser discretas y tentadoras. Busca la forma de que no sean muy agresivas para poder incluir varias a lo largo de la plantilla.
Coherencia visual. Reconozco que soy un poco maniática del “esto con esto no pega”. En cualquier caso, no dejes que el usuario tenga la sensación de visitar otro planeta cuando recibe una comunicación de tu empresa. La identidad visual de la marca se debe sentir en todos los formatos de contenidos, incluídos las newsletters.
Otros contenidos. Aunque la newsletter sea informativa o promocional, aprovecha la corriente y aporta contenidos de otros canales. Estos significa por ejemplo, incluir post del blog de la marca.
Última llamada. Si has incluido una llamada a la acción más o menos a la mitad de la newsletter, ahora puedes incluir otra.
Redes sociales. Incluye también enlaces a tus redes sociales. Puedes ayudar a que se hagan fans y reciban información con un intervalo menor que los newsletters.
Pie, lo de rigor. Termina con un pie que incluya las opciones de siempre: acceso a los ajustes de la suscripción y un enlace para poder darse de baja.
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